Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 han recibido atención recientemente por sus posibles beneficios para la salud. Cuando se ingieren, estos ácidos se descomponen en partes más pequeñas que promueven la salud del corazón. Lo hacen reduciendo la inflamación en los vasos sanguíneos. La inflamación es un proceso en el que los vasos sanguíneos reaccionan a elementos dañinos del cuerpo y tratan de curarse por sí mismos. La inflamación constante puede aumentar el riesgo de desarrollar aterosclerosis. Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 pueden ayudar en este proceso de curación. Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 se encuentran más comúnmente en:
- Pez
- Aceite de pescado
- Aceite de canola
- Semillas de lino
- Nueces
- coles de Bruselas
- col rizada
- Espinacas
Un grupo de investigadores de MESA realizó un estudio para ver si la obesidad cambia la forma en que los ácidos grasos omega-3 y omega-6 afectan la inflamación en adultos. Eligieron al azar a 2848 adultos de la cohorte MESA. Había aproximadamente un número igual de personas afroamericanas, latinas blancas y chinoamericanas en el estudio. Luego midieron las cantidades de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en la sangre. También midieron la cantidad de marcadores en la sangre que muestran inflamación.
Los resultados mostraron que las personas obesas tienen diferentes niveles de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en la sangre en comparación con las personas de peso saludable. Los investigadores encontraron que los ácidos grasos omega-3 y omega-6 tienen una relación con los marcadores de inflamación. Por ejemplo, un nivel más alto de algunos ácidos grasos omega-3 se relacionó con un nivel más bajo de algunos marcadores de inflamación. Por otro lado, los niveles más altos de ácidos grasos omega-6 se relacionaron con niveles más altos de marcadores de inflamación. Algunas de estas relaciones son más fuertes en las personas obesas.
Dado que las personas obesas tienen un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, es posible que deban prestar atención a las cantidades de ácidos grasos omega-3 y omega-6 que consumen. Los niveles más altos de omega-3 y los niveles más bajos de un ácido graso omega-6 llamado ácido linoleico son especialmente importantes para reducir la inflamación en las personas obesas. El aceite vegetal es una fuente común de ácido linoleico. Se necesitan más estudios para determinar si más ácidos grasos omega-3 y otros tipos de grasas afectan la inflamación. Esta inflamación puede conducir a un riesgo de enfermedad, particularmente en personas obesas.
Steffen BT, Steffen LM, Tracy R, Siscovick D, Hanson NQ, Nettleton J, Tsai MY. La obesidad modifica la asociación entre los ácidos grasos poliinsaturados fosfolípidos plasmáticos y los marcadores de inflamación: el estudio multiétnico de aterosclerosis. Int J Obes (Lond). Junio de 2012; 36 (6): 797-804